SILENCIO CORTOMETRAJE
Helena, una joven artista embarazada, pierde a su pareja durante una protesta social. Enfrentada a un sistema frío y burocrático que no la reconoce como familia, y al rechazo constante de su suegra, Helena se aferra a la necesidad de despedirse, como último gesto de amor y resistencia frente al olvido.

NUESTRA MOTIVACIÓN
Creemos que despedirse de una persona que ha muerto es un derecho, no un privilegio.
“Silencio” nace como una forma de expresar ese dolor que queda postergado por la burocracia. Queremos hablar de esa violencia silenciosa que aparece cuando el sistema decide quién tiene derecho a sentir, a llorar, y quién no. De cómo los vínculos reales, por más profundos que sean, muchas veces quedan fuera de las estructuras formales.
En ese quiebre silencioso, donde no hay palabras ni permisos para nombrar lo que duele, es donde aparece esta historia. Porque cada duelo merece ser escuchado y cada vínculo merece ser reconocido.
UN LUGAR DONDE EL SILENCIO SE CONVIERTE EN DIÁLOGO
Este cortometraje representa el cierre de nuestro proceso formativo y, al mismo tiempo, el inicio de algo más grande: una historia que queremos compartir con el mundo. Creemos que Silencio tiene el potencial de resonar en festivales, conectar con audiencias sensibles y abrir espacio para conversaciones necesarias. Pero para lograrlo, tu apoyo es fundamental.
Elige una recompensa, súmate a este viaje y ayúdanos a darle forma a este proyecto. Gracias por creer en las historias que importan.
Apóyanos, comparte y sé parte de Silencio.
Estamos construyendo cine desde la autogestión, con convicción y mucho trabajo.
Síguenos en Instagram para conocer más del proceso: @silencio_cortometraje